Takeshi Kitano — también conocido como Beat Takeshi (北野 武; 18 de enero de 1947, Tokio) — es considerado uno de los directores más importantes de la historia del cine. Comenzó su carrera como comediante, aunque su humor no siempre coincide con los estándares occidentales.
Durante el rodaje de Violent Cop, donde solo actuaba, el director asignado abandonó el proyecto de manera repentina. Kitano dijo: “Nunca lo he hecho, pero quiero intentarlo”, y asumió el papel de director. El resultado fue una película intensa que ya contenía los temas presentes en su obra madura.
Su desarrollo continuó con A Scene at the Sea, que marcó el inicio de una colaboración extraordinaria con el compositor Joe Hisaishi, famoso por las bandas sonoras de Studio Ghibli. La película es casi muda y protagonizada por una pareja sorda. Sonatine también es esencial.
Sin embargo, paradójicamente, su mejor trabajo llegó después de tocar fondo, en consonancia con la estética japonesa del kintsugi.
Tras la comedia absurda Getting Any?, Kitano sufrió un accidente grave mientras conducía ebrio una motocicleta. La larga recuperación dejó una parálisis facial parcial.
Más tarde dirigió la obra maestra Kids Return, casi totalmente autobiográfica, que relata sus inicios como comediante, su cercanía a la Yakuza y su entrenamiento en boxeo.
Siguió la conmovedora Hana-BI, conectada con su trabajo pictórico durante su enfermedad.
Después vino la poética y algo surrealista Kikujiro, y la maravillosa Dolls, una película sobre la sociedad japonesa y las relaciones humanas, impregnada de estética del dolor y de la leyenda del “hilo rojo del destino”.
Finalmente, la fotografía de Dolls es impecable. Leí alguna vez que “no hay un solo plano equivocado”. Y es verdad: es una película perfecta.
Continúa…
